Existen amores de cuento, reales, apasionados, frustrados, escondidos…Aquí, te presentamos las historias de las parejas más emblemáticas de la humanidad.
La historia está repleta de amores y desamores. Algunas de estas historias han permanecido a través del tiempo y sus protagonistas han adquirido una especie de inmortalidad. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre el amor? ¿Qué nos impulsa a enamorarnos?
Son muchas las personalidades que han escrito sobre el amor y sus ‘mágicos’ efectos. Sin ir demasiado lejos, por ejemplo, el ilustre Oscar Wilde dijo así: “El misterio del amor es mayor que el misterio de la muerte”. Y es que este sentimiento ha sido motivo de historias conmovedoras y pasionales, pero también de auténticos conflictos bélicos y dramas personales.
Según la comunidad científica, la vasopresina y la oxitocina son las principales hormonas causantes de este estado. Diferentes regiones cerebrales se activan cuando experimentamos esta sensación de ‘amor’ (se calcula hasta 12), haciendo que se reduzca la ansiedad y los comportamientos y actitudes negativas.
A pesar de estas demostraciones empíricas, lo cierto es que el amor nos parece inexacto y como a Wilde, toda un incógnita. En cualquier caso, el amor romántico es universal y por ello, existió, existe y existirá. Las hazañas de sus protagonistas y sus historias de pasión que, en muchos casos, cambiaron el rumbo de la historia continuarán inspirando a miles de personas. Se conocen amores de cuento, reales, apasionados, frustrados, escondidos… En esta galería, te presentamos algunas de las parejas más emblemáticas.
Adriano y Antínoo
En Tívoli, cerca de Roma, surgió el amor de una de las parejas homosexuales más famosas de la historia antigua. Adriano (76-138) y su joven erómeno, Antínoo (¿110?-130) compartieron gustos y aficiones hasta que este último “cayó al Nilo”.
Dos teorías más se barajan como probables. La primera tiene relación con la edad del muchacho. En el mundo clásico, las relaciones homoeróticas eran toleradas e incluso respetables, siempre que uno de los miembros de la pareja fuera adolescente. Se consideraba que el adulto ejercía una especie de tutela amorosa sobre el joven. Cuando a este le crecía la barba, llegaba el momento de poner fin a la relación. La edad de Antínoo debía de rozar ya la veintena. Separarse del césar, si su amor era sincero, sería doloroso, pero permanecer con él iba a convertirse pronto en una vergüenza. El suicidio era una alternativa honrosa.
El joven fue adorado como un dios: hay rastros de su culto en todas las regiones orientales del Imperio, y en Egipto suplantó a Osiris. Se compusieron poemas en su honor, se le dio su nombre a una estrella y se esculpieron montones de estatuas (aún se conservan un centenar) que reproducen sus rizos y su lánguido erotismo. Además, el césar fundó junto al Nilo una ciudad con el nombre del difunto, Antinoópolis, y concedió a sus habitantes numerosos privilegios.
Cleopatra y Antonio
En este cuadro pintado por Lawrence Alma-Tadema pintado en 1885 se muestran los dos amantes en su primer encuentro, en Tarsos. El barco se consideraba territorio egipcio y su cita tenía una base política: el apoyo mutuo frente a sus enemigos. Tras las primeras entrevistas Marco Antonio (83-30 a.C.) decidió quedarse a vivir en Alejandría, cerca de Cleopatra (69-30 a.C.) y claro, nació el amor…
La historia de amor de Cleopatra y Marco Antonio no sólo ocupa capítulos enteros de la crónica de la humanidad, sino que ha inspirado grandes novelas o espectaculares películas. Fue una relación caracterizada por la pasión, las intrigas, las luchas de poder y la tragedia, fue capaz incluso de desestabilizar la fortaleza del incipiente Imperio Romano.
Dante y Beatriz
Henry Holiday plasmó en este cuadro el encuentro entre Dante Alighieri (1265-1321) y Beatriz (Beatrice Portinari, 1265-1290). Sin embargo, el primer encuentro de estos dos amantes se produjo cuando tenían nueve y ocho años respectivamente. Eran vecinos, pero apenas coincidieron y se dirigieron la palabra, lo que no evitó que alimentara la mente del escritor para escribir sus dos obras maestras, La divina comedia y La vida nueva.
Se dice que destrozado por la noticia de la muerte de su amada, Dante se lanza a un desenfreno sexual con un buen número de amantes, hasta que un año después contrae matrimonio con Gemma Donatil.

Juana La Loca y Felipe El Hermoso
Dos de los amantes más famosos de la historia de España han sido Juana La Loca (1479-1555) y Felipe el Hermoso (1478-1506). Para Francisco Alonso Fernández, en su “Historia personal de los Austrias”, Juana, la tercera hija de Isabel y Fernando (los Reyes Católicos), sufría un caso de esquizofrenia fantasiosa o fantasiofrenia.
Mumtaz Mahal y Shah Vahan
Enterrados en el archiconocido Taj Mahal en la ciudad india de Agra, se encuentran Mumtaz Mahal (1593-1631) y Sha Jahan (1592-1666). De hecho la construcción de este mausoleo gigantesco comenzó cuando Mahal falleció dando a luz al decimotercer hijo de la pareja, justo después de que le hiciera prometer a su esposo que no volvería a casarse.
Romeo y Julieta
La tragedia de William Shakespeare ha sido una de las historias de amor más famosas del mundo. La rivalidad entre los Montesco y los Capulleto acabó con la vida de estos dos enamorados. Julieta estaba prometida a un hombre que no amaba, y como escapatoria, bebió un elixir que le daría la apariencia de estar muerta para más tarde escapar con Romeo. Sin embargo, este último, desconocedor del plan de Julieta, pensó que efectivamente había fallecido y decidió morir también. Cuando Julieta despertó y vio el cuerpo de Romeo sin vida, se clavó una daga en el corazón para reencontrarse con su amado.

Diego Marcilla e Isabel de Segura
Se trata de una de las parejas más emblemáticas del romance español. ‘Los amantes de Teruel’, dos jóvenes enamorados desde su infancia y que por motivos económicos no pudieron estar juntos. Isabel de Segura era una chica adinerada, todo lo contrario a Diego Marcillo. El padre de Isabel concedió al muchacho 5 años para mejorar su situación y entonces desposarse con su hija. Sin embargo, esta tarea se alargó más de lo esperado y cuando volvió Isabel había sido obligada a contraer matrimonio con otro hombre. Según cuenta la historia, Diego murió por amor y en su funeral Isabel le concedió un último beso antes de morir también sobre su cuerpo.

Paris y Helena de Troya
Esta es otra de las más míticas historias de amor con un inafortunado desenlace. Helena era la mujer más bella del mundo y estaba casada con el rey de Esparta. Cuando conoció a Paris, príncipe troyano, se volvieron locos de amor. Helena huyó a con Paris, pero su hazaña solo consiguió desencadenar una de los conflictos más conocidos de la historia, la guerra de Troya. Los griegos se hicieron con la victoria gracias al conocido caballo de Troya y mataron a Paris. Helena regresó infeliz con su marido a Esparta.
Salvador Dalí y Gala
Salvador Dalí y su esposa Gala protagonizaron una de las historias de amor más particulares del momento. Esta relación estuvo marcada por la inspiración mutua, el amor libre y la ausencia de relaciones conyugales. No es uno de los referentes típicos de amor romántico, pero lo cierto es que se dice que la fuerte atracción artística entre ambos fue el pilar que unió y sustentó a la famosa pareja.
Sissi de Baviera y Francisco José
Esta historia se remonta a 1853, cuando el emperador Francisco José conoció a Sissi de Baviera. Francisco José estaba a punto de conocer a la hermana de Sissi, con quien supuestamente tendría que haberse casado, pero por casualidades de la vida, acabó enamorándose de la joven quinceañera Sissi. A pesar de esta bonita historia, lo cierto es que Sissi no tuvo un matrimonio feliz, pues apenas podía pasar tiempo con su ocupado esposo. Sin embargo, La emperatriz, decidió aprovechar el tiempo y se formó e interesó por los asuntos de Estado. Sus conocimientos e ideas liberales contribuyeron en la lucha por la igualdad del pueblo húngaro y lograron que Francisco José fuera consagrado Rey de Hungría.
Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas
Se trata de una de las historias homosexuales más conocidas. La relación entre el famoso escritor con Lord Alfred Douglas fue uno de los mayores escándalos sociales de la época.Fue precisamente este amor el que llevó a Wilde a prisión, ya que en Inglaterra las relaciones homosexuales fueron consideradas delito penal hasta 1967. Wilde, casado y con dos hijos, fue juzgado y condenado en 1895 por indecencia y sodomía.