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A medida que los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes en nuestras vidas y padecemos sus consecuencias, parte de los humanos intentamos hacer lo posible para limitar el avance de este fenómeno. Una de las claves para conseguirlo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, un objetivo al que podemos contribuir dejando atrás los combustibles fósiles y apostando por fuentes de energía limpias y renovables.

En este camino, aunque lejos de ser suficiente, están surgiendo una enorme cantidad de propuestas, muchas de la cuales se han materializado prometedores proyectos. Ya no solo montamos parques eólicos en tierra, también lo hacemos en el mar, incluso a 140 kilómetros de la costa. Y, por si eso fuera poco, hay quienes también apuestan por la energía solar flotante y quienes buscan elaborar combustible sintético con viento, agua y aire. El siguiente paso, según Japón, está en la energía oceánica.

 

Ante la ausencia de viento, aprovecha el mar

Tras más de una década de desarrollo, la compañía japonesa IHI Corp. ha probado con éxito su potente turbina submarina que quiere aprovechar las corrientes de Kuroshio, una de las más fuertes del mundo, para proporcionar electricidad de manera constante y fiable al país.

Japón no puede depender de la energía solar y la eólica como pretenden hacer otros países y mira al mar como una de las fuentes renovables más prometedoras. De hecho, la Organización para el Desarrollo de Nuevas Energías y Tecnologías Industriales de Japón (NEDO) calcula que la corriente de Kuroshio, que transita a lo largo de la costa este de Japón, podría generar hasta el 60% de la capacidad actual del país, aproximadamente 200 gigavatios.

 

“Las corrientes marinas tienen una ventaja en cuanto a su accesibilidad en Japón”, afirma Ken Takagi, profesor de política tecnológica oceánica de la Universidad de Tokio en declaraciones a Bloomberg. “La energía eólica es más adecuada geográficamente para Europa, que está expuesta a los vientos predominantes del oeste y se encuentra en latitudes más altas”.

 

 

 

¿ Cómo funciona?

Para aprovechar esa enorme fuente de energía constante, limpia y renovable es necesario contar con la tecnología adecuada. En este sentido, los japoneses han invertido mucho tiempo. IHI Corp ha estado desarrollando durante más de una década una turbina submarina que aprovecha las corrientes marinas profundas y las convierte en electricidad.

Según la compañía, el prototipo del proyecto, llamado Kairyu, se asemeja a un avión. Tiene 20 metros de ancho y 20 metros de largo. Pesa 330 toneladas y está diseñado para funcionar anclado al suelo marino a unos 30 y 50 metros de profundidad. El cuerpo central alberga un sistema de flotabilidad, mientras que cada una de sus “alas” incorpora una enorme turbina.

Turbina Oceanica 2

En febrero, IHI Corp probó su sistema durante siete días en el mar que rodea las islas Tokara, en el suroeste de Japón. Inmovilizaron Kairyu con un ancla de 280 toneladas y la dejaron expuesta a las corrientes de Kuroshio, lo que generó hasta 30 kW de energía eléctrica. “Acumulamos una gran cantidad de datos y conocimientos valiosos para su comercialización en el futuro”, dice la compañía.

 

Un futuro ambicioso!

Además de querer aprovechar la energía de las mareas y las olas, Japón está estudiando también la conversión de energía térmica oceánica (OTEC), un método que aprovecha la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo oceánico para generar energía. Como apunta Bloomberg, la compañía de transportes Mitsui OSK Lines ha invertido en la empresa británica Bombora Wave Power para explorar el potencial de esta tecnología en Japón y Europa. Yasuo Suzuki, el director general de la división de marketing corporativo de Mitsui OSK Lines, afirma que en abril arrancó una instalación de demostración de esta tecnología en Okinawa con capacidad de 100 kilovatios. Y este mes, asegura Bloomberg, el gobierno ha propuesto cambios en las subastas de energía eólica marina que podrían acelerar su desarrollo de la OTEC.

 

“Japón no ha sido bendecido con muchas fuentes de energía alternativas”, comenta Takagi. “La gente puede decir que esto es sólo un sueño, pero tenemos que intentarlo todo para lograr las cero emisiones de carbono”.

Cool no?

 

Lo más positivo se logra cuando tomamos en cuenta a los demás y actuamos para proteger el futuro del planeta y sus habitantes.

Recuerda que SI GASTAS AGUA DE MÁS, SE LA QUITAS A LOS DEMÁS.