El Legislativo francés aprobó esta semana una propuesta de ley para “luchar contra el maltrato animal”, que prohíbe la venta de crías de perros y gatos en las tiendas de animales y que irá limitando progresivamente la presencia de animales salvajes en circos.
Los animales de compañía no son “ni juguetes, ni bienes, ni productos de consumo”, según el ministro de Agricultura, Julien Denormandie, que en Twitter celebró “un importante avance” en la lucha contra el abandono de estos animales. Un francés de cada dos posee un animal de compañía, pero cada año se abandonan unas 100 mil mascotas.
El hecho de matar voluntariamente un animal de compañía pasará a estar considerado un delito y no una simple infracción.
Los condenados por malos tratos deberán asistir a un curso de sensibilización. Para evitar las compras impulsivas, los futuros dueños de los animales deberán obtener un “certificado de compromiso y de conocimiento”.
La venta de crías de perros y gatos en tiendas de animales estará prohibida a partir del 1 de enero de 2024. Estos ya no podrán exponerse en los escaparates y su venta en línea estará mejor regulada.
En el caso de los delfinarios en Francia, que cuentan con 21 delfines y 4 orcas, ya no podrán poseer estos cetáceos en el plazo de cinco años. También se prohibirán de forma inmediata las granjas de visones criados para aprovechar sus pieles.
El principal escollo del texto, negociado casi un año entre las dos cámaras, era el porvenir de los mil animales salvajes presentes en los 120 circos itinerantes, que ya no podrán exhibirlos dentro de dos años ni poseerlos dentro de siete.