Los consumidores franceses que lleven sus zapatos o su ropa a remendar, para ofrecerles una segunda vida, recibirán una pequeña subvención del Estado. La iniciativa se inscribe en la lucha contra el desperdicio de productos textiles, cuya industria es una de las que más contamina el medio ambiente, incluidos los océanos.

El proyecto fue anunciado el pasado martes por la secretaria de Estado para la Ecología, Bérangère Couillard, durante su visita a las instalaciones de La Caserne, que fue el mayor cuartel de bomberos en París –ahora rehabilitado–, convertido en una incubadora para empresas textiles interesadas en promover la sostenibilidad.

El bono para la reparación de calzado y ropa usados se pondrá en marcha a partir de octubre. El Gobierno quiere fomentar la reutilización de estos artículos y limitar así la compra de productos nuevos. La subvención procederá de un fondo de 154 millones de euros creado por el Estado para el periodo 2023-2028. Los bonos tendrán valores entre los 6 y los 25 euros, según la complejidad del remiendo. Couillard instó a los talleres de reparación y a los zapateros a registrarse en el sistema Refashion para poder aprovecharse del bono y gestionarlo.

La ayuda pública se traducirá, por ejemplo, en 7 euros para reparar el talón de un zapato o entre 10 y 25 euros por forrar una tela. El bono se descontará directamente la factura. Según Couillard, el proyecto también está dirigido a las propias marcas. La esperanza es que su servicio de reparación genere nuevos empleos.

Para zapatos o telas

La ayuda, entre 6 y 25 euros, se inspira en la que ya existe para reparar electrodomésticos

La subvención anunciada toma como modelo la que ya existe, desde diciembre pasado, para reparar electrodomésticos, desde lavadoras a microondas. Ese bono se inscribió en una ley cuya filosofía es combatir la obsolescencia programada de muchos artilugios del hogar.

Las cifras de ropa, zapatos y otros productos textiles que salen cada año al mercado son impresionantes y generan una creciente inquietud ecológica a largo plazo. Solo en Francia se comercializaron el año pasado 3.300 millones de artículos textiles, 500.000 más que en el 2021, según las estimaciones de Refashion, el organismo al que el Estado ha encomendado la misión de acompañar a la industria hacia una economía mucho más circular.

Couillard recordó que los franceses echan a la basura, cada año, 700.000 piezas de ropa y zapatos, y que, lamentablemente, la mayor parte de este material no se reutiliza y acaba en los vertederos.

Lucha contra el desperdicio

Los franceses echan a la basura, cada año, 700.000 piezas de ropa y zapatos al año

El Gobierno francés lleva tiempo presionando a las marcas de moda para que garanticen la trazabilidad de sus mercancías y para que ayuden financieramente a quienes se dedican a reciclar y reusar.

La ley antidesperdicio y por una economía circular (Agec) contó con un fondo de 1.000 millones de euros, para el periodo 2023-2028, aportado por los fabricantes, importadores y distribuidores, bajo el principio que quien contamina, paga.