1. Ver la selva tropical de la Amazonia
Hay algo de místico en la selva tropical de la Amazonia, en especial porque buena parte de sus más de 4 millones de metros cuadrados no se han cartografiado. Belem o Manaus son buenos lugares desde los que hacer un tour por la jungla. Tan sólo asegúrate de ir entre Mayo y Junio para ahorrarte lo peor de la estación húmeda y el calor extremo.
2. Viaja en el tiempo en Ouro Preto
Esta antigua ciudad minera del oro te permitirá ver cómo era el país hace algunos siglos. Calles estrechas y empinadas perfectas para explorarlas a pie. Hay 23 iglesias preciosas en este pueblo, pero ninguna más hermosa que la Igreja de Nossa Senhora do Pilar con sus 900 kilos de oro y plata decorando el interior.
3. Siéntete como un rey (o una reina) en Petropolis
Petropolis es el lugar al que los cariocas (los habitantes de Río de Janeiro) van para huir de la ciudad. El antiguo palacio de verano de Pedro II es hoy el Museo Imperial, donde podrás descubrir más sobre la familia real. Entra en contacto con la historia alemana de la región mientras te tomas una cerveza en la cervecería Bohemia (una de las primeras de Brasil) y una croqueta de ternera de Casa do Alemao.
4. Ponte morenito en la playa de Copacabana
Brasil tiene muchísimas playas preciosas, pero ninguna tan conocida como la playa de Copacabana en Rio de Janeiro. El pavimento ondulado, los atractivos bañistas y un entorno pintoresco la hace un arenal difícil de superar.
5. Come piraña en Manaus
Manaus puede ser “La puerta a la Amazonia”, pero también es un lugar al que ir para probar algo que nunca hubieras soñado con comer: piraña. Sí, esos pequeños peces voraces son un plato popular entre los lugareños. Puedes, incluso, intentar pescar tu cena en el río Amazonas.
6. Nada en la Gruta do Lago Azul
¿Has nadado alguna vez en una Cueva? Al oeste de Bonito puedes. Gruta do Lago Azul (la Cueva del Lago Azul) te dejará alucinado con su agua de un color azul brillante y sus formaciones de estalactitas. Para impresionarte de verdad por la belleza de esta gruta ve entre finales de diciembre y principios de enero.
7. Vive la vida en Florianopolis
Florianopolis tiene dos caras, y ambas son increíbles. Los días en la Isla de Santa Catarina son perfectos para hacer surf en algunas de las olas más estupendas. Y las noches son para salir de fiesta en una ciudad que rivaliza con Ibiza en cuanto a discotecas, gente guapa y buenos momentos.
8. Adelántate al Carnaval
El Carnaval es una de las fiestas más grandes del mundo, pero también es algo caro. Así que en lugar de ir al gran evento, viaja a Río de Janeiro la semana antes. Todas las escuelas de samba ensayan por toda la ciudad, dándote la oportunidad de ver sus actuaciones. Sí, también te cobrarán por ver los ensayos, pero es muchísimo más barato que ver el gran show final.
9. Prueba el acai en Belem
Hay muchísima comida deliciosa en Brasil, pero el acai está en lo más alto. Ya sea en forma de zumo o como pulpa congelada en un bol con cereales, tú también caerás. Uno de los mejores rincones para probarlo es en Point do Acai en Belem, donde se cosechan muchas de estas bayas.
10. Asómbrate con las cataratas de Iguazú
La belleza y el poder de la Madre Naturaleza se muestran en su máximo esplendor en las Cataratas de Iguazú. Tiene sentido, teniendo en cuenta de que tienen más de 2’6 kilómetros de ancho y más de 81 metros de alto, lo cual las convierte en una de las cascadas más altas del mundo. Las vistas desde el lado de Brasil te permitirán ver cómo el agua se precipita al abismo.