Durante una larga etapa, a la mujer no le era permitido realizar las mismas actividades del hombre, gozara de los mismos derechos e incluso se le impusieron restricciones y un rol inferior por el hecho de ser mujer.

Los roles de género los impone la sociedad pero ¿debemos seguir todo lo que dicta aquella sociedad injusta que beneficia a unos cuantos? Ante la desigualdad de género, personajes históricos han demostrado que esta situación se puede cambiar y no debemos aceptar nuestra “condición de mujer” sin discutir o luchar por liderar nuestra propia vida.

En honor a los privilegios que gozamos en la actualidad, enlistamos a cinco mujeres que se revelaron a las costumbres de su época, vistiéndose de hombres para así conseguir sus objetivos y sueños como: aprender, luchar, protegerse, ser respetadas e incluso gobernar.

Papisa Juana

identidad



Estamos acostumbrados a que las riendas de la Iglesia Católica las tome un hombre. Pero esto no siempre ha sido así. Entre los años 855 y 857, Juana logró liderar la Iglesia Católica bajo el nombre de Johannes Anglicus, institución que supo llevar bien sin que nadie se percatara de su feminidad. Con su capacidad de oratoria, logró generar un gran impacto en la sociedad que la eligió como Papa.

Si bien existen diversas razones del porqué decidió disfrazarse de hombre, entre las más acertadas están que: si se vestía así podría estudiar cerca de su enamorado, o por miedo a un posible maltrato o violación. Ella nació en Alemania y con sus habilidades y sabiduría se relacionó con diversos grupos sociales y hombres, de ahí el rumor de que fue la amante de un embajador que la embarazó. Durante la espera de su hijo nadie pudo darse cuenta  por las enormes túnicas que usaba, pero un día, mientras oficiaba una misa, dio a luz frente a sus seguidores y tal fue el impacto de la mentira que, se dice, la lapidaron hasta matarla.

Desde ese suceso, la iglesia comenzó a emplear técnicas para asegurarse de que sólo los hombres estén al mando del Vaticano.

 Margaret Ann Bulkley

Margaret Ann Bulkley

El conocimiento y la inteligencia estaban prohibidos para la mujer, pero esto no detuvo a Margaret, una niña Irlandesa quien desde temprana edad demostró poseer una inteligencia superior. Debido a los límites de su época, ser un hombre era la única manera de desarrollar el aprendizaje, así que, con el apoyo de su madre, viajó a Escocia para matricularse en la universidad de Edimburgo con el nombre de James Barry.

Luego de su graduación se mudó a la India y Sudáfrica, donde ejerció como médico del gobernador Lord. Usando el nombre de James logró convertirse en un profesional reconocido, incluso fue uno de los primeros en practicar cesárea, apoyó a enfermos mentales y desveló el maltrato que recibían estos en la comunidad donde trabajaba.

Su verdadera identidad fue descubierta hasta el día de su muerte, luego de la autopsia al descubrir que era mujer.

Dorothy Lucille Typton

Billy dorothy typton

Nació en Oklahoma y siempre la mantuvieron  fuera de la industria musical por su “condición de mujer”. Ella tocaba el piano y saxofón prodigiosamente y no desaprovechó su talento por no pertenecer al sexo masculino. Su sueño de ser músico la hizo hacerse pasar por hombre y tocar jazz bajo el nombre de  su padre, Billy, conservando su apellido: Typton.

Aparentó ser un hombre en todos los sentidos, no sólo de apariencia. Consiguió casarse y adoptar tres hijos inventando que, tras un accidente perdió los testículos y,  debía estar vendado del torso. Su verdadera identidad se dio a conocer por su familia  tras su muerte.

Cecilia Böhl

Fernan Caballero mujer que se hizo pasar por hombre

 

“La literatura es una labor masculina, las mujeres no tienen la capacidad intelectual para realizarla.” Estas son las frases que su padre le repetía constantemente a Cecilia Böhl, también le decía que no perdiera el tiempo escribiendo y desde ese momento supo que para poder publicar sus novelas tendría que usar el seudónimo masculino, Fernán Caballero, así se dio a conocer y se convirtió en una de las pioneras de la narrativa femenina española y dueña de un legado periodístico.

Sarah Emma Edmonds

Sarah edmonds guerra civil americana

La violencia constante, abuso sexual por parte de su padre y un matrimonio infeliz, fueron las razones que llevaron a Sarah Edmonds a adquirir una nueva identidad, se mudó de Canadá, su país de origen, a Estados Unidos, haciéndose llamar Franklin Thompson.

Desde que huyó de su hogar,  comenzó a vestirse como hombre y luchó con los Unionistas durante la Guerra Civil Americana con la única intención de protegerse.  Los riesgos y enfermedades de la guerra aumentaban y ella no estuvo exenta de contagiarse, contrajo malaria y tuvo que acudir a un hospital privado por miedo a que el ejército descubriera su verdadera identidad.

La farsa no duro mucho tiempo, se hartó de su doble vida y para librarse de una posible ejecución, se dedicó a trabajar como enfermera recuperando su verdadera identidad. En 1984 publicó el libro The Female Spy of the Union Army, en el que contaba su verdadera historia.

Por supuesto que no son las únicas que tuvieron que someterse a estas medidas para alcanzar un sueño o protegerse de la violencia. Estas mujeres demuestran que no hay un destino marcado .