¿TE IMAGINAS IR MANEJANDO POR LA AUTOPISTA Y ENCONTRARTE CON UNA SERIE DE PEQUEÑOS TOPES QUE TE AYUDEN A CREAR UNA SINFONÍA MUSICAL?

El fenómeno de incluir música y tonos en las carreteras se originó en 1995 por los artistas daneses Jensen y Jakob Freud-Magnus con un sistema llamado asfaltófono, que era una pieza artística que contaba con pequeños “topecitos” que a cierta velocidad entonaban una canción.

Desde entonces se han creado diversos caminos musicales. En Japón actualmente existen 3 rutas musicales diseñadas para atraer turistas y motivar a los conductores a no infringir los límites de velocidad.

Corea del Sur también cuenta con su propia ruta musical, aunque en este caso fue creada con fines de seguridad, ya que el 68 % de los accidentes automovilísticos ocurridos en ese país se deben a que los conductores se quedan dormidos durante el trayecto o ponen poca atención en el camino.

Uno de los principales inconvenientes de este tipo de rutas ha sido la elección de la canción ideal por ejemplo, en la ciudad de Lancaster en California, se eligió la canción William Tell Overture mejor conocida como la canción del Llanero Solitario, que desafortunadamente entre más rápido pasaba el auto mejor sonaba, lo que elimina el sentido de seguridad; o el caso de la canción Brahms’ Lullaby que es usada regularmente como canción de cuna y que como se puede esperar causaba somnolencia a los conductores.

 

¿Y CÓMO SE GENERA LA MÚSICA?

Realmente te sorprendería saber cuánto trabajo implica para los fabricantes de carreteras controlar los tipos de sonido para generar una canción en específico.